Antes de empezar con este post, soy cosciente de que he andado algo perdida, pero es lo que tiene el haberme estrenado como mamá recientemente. Hoy os hablaré de la crema facial que he usado este último mes y que me ha sorprendido gratamente. Se trata de la crema facial Vitesse 10 antiedad, que promete nada más y nada menos que 10 beneficios, según la misma, reafirma, reduce arrugas, anti - fatiga, hidrata, nutre, antimanchas, antioxidante, protege, regenera e ilumina. No creo en milagros, pero me ha convencido ya que su formato es enorme, el bote trae 150 mililitros, el triple de una crema facial normal y a un precio que no supera los siete euros. A todo esto, su formula incluye glicerina, manitol, aceite de jojoba y una forma suave del retinol (palmitato de retinilo), vitamina e y algas, lo cual le permite una suave acción antiedad sin irritar las pieles sensibles, ya que el retinol que tiene esta crema no es un derivado ácido de la vitamina A que puede ocasionar reacciones en pieles sensibles. Tiene una textura muy agradable, de rápida absorción y un olor fresco que desaparece a los pocos minutos de aplicarla. Su absorción es muy rápida y simplifica muchísimo la rutina de cuidado facial, ya que no es necesario, al menos para mí, incluir un serum y puede usarse mañana y noche. La única pega es que no tiene protección solar, para mi no supone un problema porque yo uso todo el año protección solar. Mi piel es mixta y no me ha dado brillos ni granitos y si noto la piel más hidratada y algo revitalizada a un precio más que asequible y que es de agradecer en estos tiempos que corren. En un principio, esta crema se recomienda para todo tipo de pieles y para las mujeres maduras, existe una versión reforzada.
