La entrada de hoy va dedicada a un producto que lleva en el neceser de una gran mayoría de mujeres desde los comienzos de la humanidad. Me refiero al kohl o kajal que hoy en día se encuentra en lápices de ojos. Yo prefiero el original, en polvo que compro en bazares árabes cuando bajo a ver a mi familia, y para mí es inigualable a la hora de perfilar la línea interior del ojo o waterline, porque la duración y la profundidad que aporta a la mirada no la he conseguido con ningún otro producto de maquillaje. Este maquillaje es antiquísimo y es usado de manera medicinal desde la época del antiguo Egipto, como colirio para proteger los ojos del sol del desierto y del polvo propio de climas secos. Os recomiendo que hagáis una pequeña incursión en este exótico maquillaje os aseguro que os encantará y que una vez que le cojáis el truquillo para aplicarlo será un básico de vuestro neceser. En cuanto al precio, otro punto a su favor, ya que no supera los cinco euros. El que aparece en la foto, es el que yo uso.
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